Una nueva raza humana editada genéticamente
Estamos encarnados en un universo espejo de la antigua Tara, una versión de la Tierra en otro universo armónico. Nuestro universo abarca otro espacio cósmico virtual donde la conciencia energética se manifiesta en lo denso, en la materia de carbono. Procedemos de ese plasma primigenio consciente y somos chispas luminosas procedentes de los campos superiores de luz de Trión.
Nuestra conciencia energética vibratoria se manifiesta en lo denso, adquiriendo un cuerpo físico, se plasma materializándose en un cuerpo formado por varios campos áuricos. Tenemos siete cuerpos sutiles: físico, etérico, astral, causal, mental, divino y espiritual. Todas las semillas interestelares decidimos encarnar en este pliegue temporoespacial, en este preciso instante de la gran matrix, para ayudar a la humanidad en esta nueva era, en este cambio cósmico evolutivo.
Procedentes del futuro, somos mensajeros, viajeros en el tejido vibratorio de la gran trama universal. Hemos encarnado con diferentes misiones, cada semilla interestelar tiene un camino de aprendizaje en esta gran escuela de la vida. Advertidos por la gran mente consciente, del peligro que corre este planeta de ser destruido decidimos encarnar en diferentes puntos estratégicos del planeta, donde las líneas ley interplanetarias se entrecruzan formando vórtices toroidales energéticos, lugares sagrados de poder, donde existen puertas astrales interdimensionales.
Todas las semillas estamos conectadas, a través de nuestro cordón umbilical plateado al Gran Khristos, a ese Ser divino Supremo que construye universos habitables empleando frecuencias luminosas y sonoras. Todo está compuesto de luz y sonido. Lo Absoluto es un gran compositor de música sinfónica sideral, es un mago que crea realidades inimaginables, entidades vivientes que llevan partículas subatómicas, procedentes de ese plasma de llamas de luz y fuego donde reside en un espacio atemporal, de no tiempo. Un espacio eterno, de luz pura natural, de grandes oleadas de llamas blancas y azules, fuente creadora de todo lo existente.
El Gran Espíritu viviente es consciente del enorme poder destructivo de la raza humana. Ante la gravedad de los acontecimientos transcurridos en estos momentos en la Tierra, el Gran Espíritu divino ha decidido intervenir para evitar la destrucción de nuestro universo, a pesar de que fuimos creados, en origen, con libre albedrío. El ser humano nunca debe confundir la libertad con el libertinaje.
Se aproximan nuevos tiempos. En la nueva era Acuario se darán cambios drásticos de paradigmas científicos y religiosos. Nos aproximamos a una nueva era sintética, una edad oscura digital de nuevos sistemas de I.A, que ocuparan lugares dominantes sobre una raza humana esclava. Desaparecerá toda la información creada hasta la actualidad, todas las bibliotecas existentes, los archivos históricos y antiguos yacimientos arqueológicos de civilizaciones ancestrales.
En los ordenadores del futuro existirán códigos cifrados, programas secretos de rastreo que conducirán a una limitación de nuestras libertades fundamentales. Un futuro completamente controlado, una realidad virtual creada por un poder invisible que premiará la falta de empatía y solidaridad, poniendo límites emocionales.
Se creará una nueva raza humana editada genéticamente. Los embriones humanos serán manipulados, tanto en sus características fenotípicas y genotípicas, en investigaciones biomédicas para influir en su desarrollo embrionario. En laboratorios biotecnológicos moleculares, creados por razas híbridas, se secuenciarán fragmentos repetitivos de genomas de virus o plásmidos, pequeñas moléculas de ADN molecular. Secuencias y espaciadores se transcribirán para ser convertidos en moléculas de ARN.
Se usarán cortapegas genéticos (cortes selectivos de ADN) o tijeras moleculares, con el fin de manipular y modificar el genoma humano, con diferentes fines u objetivos. Será, en definitiva, una nueva herramienta para la edición genética de nuevos individuos, en el contexto de una sociedad globalizada y elitista. Los cortes selectivos en la cadena de ADN, esas roturas de hebras del material genético portador de toda la información cuántica primigenia, ocasionarán graves mutaciones en la especie humana, dando origen a nuevas enfermedades.
El objetivo primordial es crear una raza humana editada, una raza combatiente, eliminando la empatía, los sentimientos, en definitiva suprimiendo el alma. Se pretende eliminar toda la información grabada durante eones en nuestro ADN, esa información que contiene todos los códigos khrísticos estelares, toda la biblioteca sagrada cuántica de nuestro verdadero origen estelar.
En este proceso de transformación del nuevo ser humano, convertido en un auténtico cybor transgénico, se cruzará el límite de lo ético en un peligroso desafío bioético del paradigma científico.
El ser humano, convertido en una máquina destructora, emprenderá nuevos sistemas tecnológicos de hibridación de razas con otros seres, trasplantes cerebrales neurosinápticos, implantación de esteganografías (mensajes ocultos dentro de otros mensajes).
Se activarán sistemas aleatorios de reconocimientos faciales, programas gubernamentales de rastreo y vigilancia. Se empleará la computación cuántica en el contexto de un nuevo paradigma científico existencial donde las claves de códigos ocultos serán cifradas, usando llaves poderosas de la información. La nueva humanidad conocerá un tiempo de gran ofuscación, un poder mundial, oculto en la sombra, de comunismo vigilante donde una devastadora hambruna provocará graves reacciones violentas de supervivencia.
La Gran Mente Consciente envía un mensaje de tranquilidad a todas sus semillas de luz, un mensaje claro de paz interior en esos momentos convulsos que vamos a experimentar. Hace un llamado a la calma, a buscar refugio en la naturaleza, conectando con el espíritu de Gaia, abriendo todos nuestros chakras como pétalos en flor a la gran luz que se verá en los cielos.
Debemos conectar nuestro atman interior, nuestro cordón umbilical plateado a esa gran tubería de luz que conectará el universo cósmico con la Madre Tierra para iniciar el proceso de transmutación, de elevación y ascensión planetaria, de todos los hijos de la luz unidos en un instante eterno.
En esa inmensa tubería luminosa se conectará con las estrellas circumpolares, allí donde residen todos nuestros ancestros estelares. Esa raza guardiana protectora abrirá todas las verjas estelares que conducen a las autopistas celestes interdimensionales. Todas las semillas índigo, cristal, arcoíris y diamante podrán ascender a otras dimensiones armónicas, iniciando el proceso de transmutación molecular, activando sus vehículos merkaba.
En esa danza de evasión, los vientos huracanados creados por una gran explosión universal, arrastrarán trillones de partículas de polvo interestelar hacia las lunas de otros planetas, siendo sembradas nuevas semillas intergalácticas de vida en otros sistemas planetarios.
Transcurrirán millones de eones, desde esa gran colapso o Big Crunch, hasta que la Gran Mente Consciente Multiversal, de los campos de luz de Trión, cree otro nuevo universo, un nuevo universo espejo del anterior, un universo más armónico y espiritual, a partir de esa siembra de trillones de semillas de luz existentes, partículas cuánticas o chispas luminosas cocreadoras de infinitos universos.
Esas chispas de luz, perlas azules y blancas, también denominadas perlas de Indra, proyecciones astrales de esa gran mente consciente, albergarán, eternamente, en su núcleo interno, toda la sabiduría templaria, ese conocimiento ancestral de los grandes avatares, en todos los pliegues temporoespaciales…
En ese minúsculo núcleo diamantino de cada perla, residirá la luz cristalizada primigenia con todos los códigos sagrados khrísticos, los llamados códigos veca de la gran divinidad. En un gran reseteo, el poder destructivo de las razas será borrado de los archivos akáshicos de la creación universal… Después de millones de eones un nuevo universo será creado… Será el inicio de una nueva cosmogonía multiversal en otro espacio tiempo, en otro pliegue del tejido vibratorio espacio temporal…
Mensaje: guardad siempre en el interior de vuestro corazón diamantino la esperanza, la fe en la Gran Divinidad, en ese Dios Creador, Fuente de toda la creación khrística. Ayudad a la humanidad en su proceso de ascensión, demostrad amor y compasión a todos los seres vivientes multiversales, a todas aquellas perlas de Indra que habitan en todos los universos existentes.
María Carmen Echarri Yábar (Maika Etxarri)
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