Maestro Cristo
Cristo aprendió los estados luminosos de la mente en las escuelas de Vihara y Heliópolis en Egipto. Cristo fue el auténtico conocedor de la Verdad suprema, un corazón esenio hijo de la inmensa luz blanca plenamente consciente,. Fue un mensajero revolucionario en el tiempo inmemorial. En las comunidades esenias aprendió el arte dulce de la palabra. Su historia verdadera permanece oculta, pero se ha descubierto parte de su historia a través de antiguos manuscritos, de los rollos del mar Muerto en Qumrán.
Creo en Cristo, mi maestro espiritual. Y me siento reflejada en la vida de una mujer esenia, poeta y asceta, buscadora de la Verdad y Sabiduría suprema.
Maestro,geshe de mi desierto, ilumina con la luz del universo mi eterno caminar. Ilumina con tu luz incandescente mi sendero de plata hacia la dulce inmortalidad. Inmortalidad de mi alma y de tu alma, en los albores de cada crepúsculo, en el anochecer de mis sueños rotos…
Maika Etxarri
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